Ser consciente de la existencia de los sesgos inconscientes en la empresa puede ser el primer paso para trabajarlos de forma concreta en el ámbito empresarial. Esta labor aporta beneficios a la empresa, tanto a nivel corporativo, como en las personas que trabajan en ella.
Los procesos de selección son una de las muestras en las que los sesgos inconscientes pueden influir negativamente para la empresa. ¿Cómo? Centrar la atención en el aspecto físico, la edad, la nacionalidad, la etnia, el género u orientación, sexual, puede restar objetividad en la evaluación de los perfiles para un puesto de trabajo. La prevalencia de estos aspectos resta atención a las competencias y habilidades que la persona pueda poseer para el puesto de trabajo.
De la misma manera, pueden influir en la forma de trabajar, en que una persona sea menos innovadora, menos estratégica y más homogénea a la hora de plantear soluciones.
Algunas medidas tomadas en empresas han sido el “CV ciego”, revisión de las políticas de contratación y promoción, potenciación del uso del lenguaje inclusivo, acciones de formación y sensibilización, fomento de acciones interculturales y de convivencia en la diversidad o protocolos específicos de detección de la discriminación.