La Fundación La Merced Migraciones presenta la Memoria de actividades 2019
La Fundación La Merced Migraciones presenta la Memoria de actividades 2019
La Fundación La Merced Migraciones ha presentado por primera vez, de forma pública, su Memoria de Actividades. En los diferentes lugares donde está presente (Madrid, Elche, Valladolid y Herencia –Ciudad Real-) se ha atendido durante el año 2019 a más de 3.600 personas.
El director de la Fundación, Luis Callejas, ha presentado los diferentes proyectos en los que se trabaja y ha destacado que, tal y como se ha pretendido visibilizar en la Memoria, “los verdaderos valientes y los protagonistas no son las cifras, sino los rostros de tantas personas y las historias de superación que han emprendido, dejando atrás tantas cosas en sus países de origen para buscar una oportunidad entre nosotros”.
En este sentido, la Memoria se abre con el testimonio de Ousmane Bah, un joven de Guinea Conakry, acogido durante años por la Fundación. “Ahora siento –destaca Ousmane- a La Merced como mi familia, me habéis acogido como a un hijo y siempre me habéis hecho saber que soy parte vuestra (…) Os quiero de todo corazón, muchas gracias por ayudarme a conseguir todo para vivir ahora esta nueva etapa y por todo lo que he aprendido”.
Como ejemplo de la numerosa actividad que la Fundación lleva a cabo, Luis Callejas ha hablado de “Puentes para la inclusión”, una empresa de inserción que gestiona un parking en Madrid, por el que, durante el año 2019, pasaron 7 personas con contrato de inserción y 3 con contrato ordinario.
Para consultar más datos y proyectos de la entidad, con cifras actualizadas e hitos del transcurso del año, puedes descargarla a continuación.
Sobre Fratelli tutti, la nueva encíclica del Papa Francisco
Asimismo, el director de la Fundación ha querido subrayar el toque de atención que nos ha dado el Papa Francisco con su Encíclica “Fratelli Tutti”, en la que se dedica un apartado a los migrantes y que nos recuerda que “los derechos no tienen vallas ni fronteras” y la necesidad de remar todos juntos en una misma dirección, aparcando las diferencias para afrontar los desafíos que tenemos por delante y apostando por una «verdadera amistad social».
La Fundación, que nació en el año 1987, como respuesta individualizada a tantas personas migrantes y refugiadas que llegaban a España, constata hoy, más de tres décadas después, que “las necesidades no han disminuido”, que hay que seguir apostando por “una casa abierta al mundo, siempre acompañando el latido de los tiempos y la situación de cada persona. Es urgente seguir trabajando para crear espacios donde las personas migrantes y refugiadas puedan sentirse seguras y empezar a recomponer su vida, tantas veces hecha pedazos”.